"Traté de jugar un juego. Traté de manejar el engaño tan perfectamente como los Hawks. Pero cuando pensaba que estaba ganando, no lo estaba. Jethro no es lo que parece, él es el maestro de la duplicidad. Sin embargo, me niego a dejar que me aniquile más".
Nila Weaver ha crecido ingenua dentro de un combate en toda regla. Cada monótono objeto es su arsenal, y el sexo... sexo es su arma más grande de todas.
Ella ha pagado la primera deuda. Probablemente tendrá que pagar más.
Pero ella no tiene ninguna intención de dejar que los Hawks ganen.
Jethro Hawk ha encontrado más que un adversario digno en Nila - ha encontrado a la mujer que lo puede destruir. Hay una línea muy fina entre el odio y el amor, y un camino aún más fino entre el miedo y el respeto.
El destino de su casa descansa sobre sus hombros, pero no importa la cantidad de hielo vive dentro de su corazón, las llamas de Nila son demasiado brillantes para ser extinguidas.
