jueves, 4 de junio de 2015

Reseña: Saga Fall Away #1 de Penélope Douglas


Bully                            Sinopsis:


Mi nombre es Tate. Sin embargo, él no me llama así. Nunca se referiría a mí de
manera informal, si se refería a mí en absoluto.
Somos vecinos, y una vez, fuimos los mejores amigos. Pero entonces, un
verano, se volvió contra mí y ha hecho su misión de arruinar mi vida en cada
oportunidad. He sido humillada, excluida, y calumniada durante toda la
secundaria. Sus bromas y rumores se hicieron más sádicos con el tiempo, y de
enfermarme tratando de esconderme de él. Me preocupaba acerca de que estuviera
alrededor de cada esquina y detrás de cada puerta.
Así que me fui.
Pasé un año estudiando en el extranjero y bañándome en la libertad de la
vida sin Jared. Ahora estoy de vuelta para terminar la escuela secundaria y
largarme fuera de aquí para siempre. Espero que después de un año de espacio
para respirar, él haya seguido adelante y se haya olvidado de mí.
Pero incluso si él no ha cambiado, yo lo he hecho. No estoy interesada en
evitarlo o poner la otra mejilla más. Vamos a ir cabeza a cabeza, porque ninguno
de los dos quiere ceder .

Opinión personal:


Tengo que decir que este libro me llamó la atención desde el primer momento en el que lo vi, ya que soy una fanática de las relaciones amor-odio. Era el primer libro que leía de esta autora y me daba la sensación de que me iba a llevar una grata sorpresa.
Pues bien, Bully superó todas mis expectativas y se colocó en uno de mis libros favoritos.
Una de las cosas que me gustó fue la evolución que tuvo la protagonista, ya que el libro empieza antes de que ella se fuese al extranjero, por lo que podemos comparar la actitud que tiene cuando regresa, y es totalmente explosiva, se convierte literalmente en una patea pelotas jajaja.
Y bueno que decir del protagonista masculino... ME ENAMORÓ COMPLETAMENTE! (Tengo una cosa con los chicos oscuros y cabrones que me pasará factura con los años no se preocupen) Jared se muestra como un personaje oscuro, que impone con solo verlo pero que también es popular y se podría decir que dirige el instituto. Tras el año en el que Tate estuvo fuera, hizo una fiesta, y ayy se me olvidó decirles, Tate es su vecina, así que música alta para Jared = música alta para Tate, lo que es lo mismo a pelea caliente jajajaaja... bueno mejor sigo.
A partir de ahí ya empieza un juego del que ninguno de los dos está dispuesto a perder.
Por otro lado esta Madoc, amigo de Jared, que sinceramente es perfecto también, y con su toque de humor que hará que en muchas escenas que no pararás de reír.

La pluma de Penélope es limpia y se centra mucho en los diálogos de los personajes, nos muestra la personalidad de cada uno de los personajes dejándonos con ganas de más.
Este libro me atrapó totalmente, metiéndome tan de lleno en la historia, que me lo terminé en muy pocas horas.
Si queréis leer sobre una relación amor-odio con unos protagonistas MUY apasionados que venga desde la infancia no lo penséis dos veces.

Partes del libro:

 *_*_*_*
―No me toques. ―Había querido gritar, pero salió como un susurro. Incluso
con los ojos en suelo, podía sentir el calor de su mirada vapuleándome. Cada
nervio de mi cuerpo estaba en estado de alerta por su proximidad, y cada pequeño
pelo en mi piel se erizó.
Jared movió la cabeza de lado a lado tratando de atrapar mis ojos, sus labios a
centímetros de mi cara.
―Si alguna vez pongo mis manos sobre ti ―dijo en voz baja y ronca―, tú lo
querrás. ―Llevó sus labios aún más cerca. El calor de su aliento me tapó la cara―.
¿Lo quieres? ¿Lo deseas, quiero decir?
*_*_*_*
―Despertando al demonio... ―murmuró para sí mismo, y no estaba segura
de lo que quería decir.
Antes de salir, él me miró de nuevo a través de los párpados entornados.
―Gracias, Tate ―susurró.
El pelo de mi cuello se erizó, y mis manos temblaron.
Él no me había llamado “Tate” desde los catorce. No desde que no éramos
amigos.
*_*_*_*
Se inclinó más cerca, sus ojos negro-marrones haciendo que mi cuerpo quiera
hacer cosas que mi cerebro sabía que no debería. Sus labios estaban a unos
centímetros de los míos, y podía oler su aliento a canela.
Lo odio. Lo odio.
―No lo hagas ―le susurré.
Sus ojos buscaron los míos.
―Te lo prometo. No a menos que lo pidas.
Su boca cayó a un lado y suavemente rozó mi mejilla. El placer no deseado
escapó de mi garganta, y solté un pequeño gemido.
¡Maldita sea!
*_*_*_*



Puntuación: 5/5

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